jueves, 18 de diciembre de 2008

El racismo frena oportunidades económicas

Aunque parezca insólito en pleno siglo 21 el racismo, el regionalismo y otras formas de discriminación siguen siendo factores determinantes para conseguir empleo, entrar a una universidad o acceder a servicios públicos, según un estudio del BM.

Y a pesar de que nadie es responsable por haber nacido en el campo y no en la ciudad, o de pertenecer a una determinada familia, estos aspectos todavía son los que determinan la posibilidad de tener un trabajo, vivienda digna, agua potable o electricidad. La entidad acaba de divulgar los resultados del más reciente informe internacional sobre desigualdad social y oportunidades, el cual pone en evidencia que dichas prácticas, impiden que millones de seres humanos en América Latina, tengan un mejor futuro.


En diálogo con el gerente sectorial del área de reducción de pobreza, Jaime Saavedra, dijo que el estudio pone en evidencia que "el origen, el color de la piel y hasta el apellido, son aspectos que limitan las posibilidades de las personas en materia de ingreso y bienestar económico". En un listado de 20 países de la región, Colombia ocupa el puesto octavo en el Índice de Oportunidades Humanas. Se encuentra apenas cuatro puntos por encima del promedio regional que es 70, en la escala de uno a 100, en la que Chile figura como el lugar que brinda mayores posibilidades y Nicaragua aparece en el último puesto.


En este contexto, los investigadores del BM concluyeron que Colombia presenta un rezago en cuanto al acceso de las comunidades a servicios públicos e infraestructura básica, aunque presenta mejorías en educación.


Existe una relación directa entre la falta de oportunidades y el flagelo de la pobreza. Saavedra explicó que "la desigualdad es una condición que alimenta la pobreza". Las diferencias entre unos y otros dificultan la consecución de empleos estables, el acceso a crédito y hasta aspectos relacionados con los demás derechos elementales de un ser humano como es el servicio judicial. "En la medida en que se reduzcan esas desigualdades sociales, será posible bajar los indicadores de miseria y pobreza", concluye el directivo. Agregó que "se observa que hay un reto muy grande en América Latina y en la Región Andina, de brindar oportunidades para contar con servicios de salud eficientes, acueductos y agua potable".


Riqueza Otra de las conclusiones del informe corrobora lo que hace décadas conocen los gobiernos de los países evaluados y es la enorme concentración de la riqueza en pocas manos. El BM estima que entre 20 por ciento y 45 por ciento de las diferencias de ingreso obedecen a la falta de oportunidades, dependiendo de cada país. "Hay parte de las diferencias de ingreso que obedecen a la suerte o al talento, pero otra parte tienen que ver con el origen regional o la raza. De estos últimos aspectos, nadie es responsable", afirmó Saavedra.


Fuente: Diario La Republica 18/12/2008

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