jueves, 31 de julio de 2008

Importancia de la Inclusión Financiera

En la mayoría de países en desarrollo los microemprendedores y las pequeñas empresas enfrentan graves limitaciones para poder acceder al financiamiento[1], como consecuencia de sus bajos ingresos y/o su elevada informalidad, entre otros factores. Es por ello que en la última década, se han convertido en temas recurrentes de preocupación de las políticas públicas, la lucha contra la pobreza y la inclusión social; y particularmente la inclusión financiera.

Esto se explica porque el sistema financiero y particularmente los bancos, representan el proveedor más importante de servicios financieros al sector productivo, algo que es consustancial con los países en desarrollados, pues los mercados de capitales permanecen en un nivel bastante bajo de desarrollo. Por consiguiente, los bancos adquieren un gran protagonismo en la vida económica y financiera, especialmente en las pequeñas y medianas empresas que se encuentran minimamente capitalizadas, dado que su capital propio es ínfimo (Ramón Casilda Béjar: 2006).

Como es conocido, el sector financiero ha mostrado un enorme crecimiento, en volumen y complejidad, durante las últimas décadas; y a pesar de haber realizado significativas mejoras en áreas relativas a su viabilidad, rentabilidad y competitividad, no ha sido capaz, de poder incluir, a un vasto segmento de la población (especialmente los sectores más desfavorecidos), al beneficio de los servicios financieros básicos.

Internacionalmente se están realizando diversos esfuerzos por identificar las causas de la exclusión financiera, que permitan diseñar las estrategias idóneas que aseguren la inclusión financiera de las familias de más bajos ingresos. Si bien, la estrategia puede variar de un país a otro, todos coinciden en señalar, su importancia y justificación, dado que la inclusión financiera se presenta como el medio capaz de contribuir a mejorar las condiciones de vida de los pobres.

El acceso al financiamiento, puede permitir a las familias participar de lleno en la vida económica de sus sociedades, crear empleo para sí mismos y para otros, además de despertar y desarrollar su pleno potencial. Es decir, generaría oportunidades de desarrollo a estos microemprendedores y pequeñas empresas.

¿Qué es la inclusión financiera?

La inclusión financiera es llevar servicios financieros a un costo accesible a los sectores de la población de más bajos ingresos o que se encuentran en desventaja. El libre acceso a bienes y servicios públicos es una condición indispensable para toda sociedad abierta y eficiente. Como los servicios financieros están en la naturaleza de bien público, es esencial que estén disponibles al conjunto de la población sin discriminación, ese debería ser el principal objetivo de toda política publica.

Las consecuencias de la exclusión financiera variarán dependiendo de la naturaleza y del grado de los servicios negados. Así, los desproveídos de los servicios financieros no pueden ahorrar, no tienen acceso al crédito, no consiguen administrar sus recursos y atender sus necesidades de forma adecuada.

Otras consecuencias, se reflejan en el aumento del índice de criminalidad, la disminución de la inversión; donde las dificultades de acceso al crédito, empujan a conseguir crédito de fuentes informales a tasas exorbitantes; y por supuesto incrementa el desempleo. La pequeña empresa también se ve afectada, debido a la pérdida de acceso a consumidores de clase media y de altos ingresos, a altos costos por la administración del efectivo, retrasos en el envío de dinero. Según ciertos investigadores, la exclusión financiera puede conducir a la exclusión social.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
[1] El 60% de la población no tiene acceso a los servicios financieros, como promedio, en América Latina, y cerca de 67 millones de personas no recibieron atención en el sector de las microempresas en 2005, de acuerdo al Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF).